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La influencia de la Christian Science, que...

Del número de enero de 1950 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La influencia de la Christian Science, que nos guía, protege y sana, se ha manifestado tan abundantemente a través de toda mi vida, que me es difícil elegir de todo el bien que he recibido, aquellas curaciones y experiencias que más podrían ayudar a otros. Fui bendecido con una madre que hacía uso de la Christian Science constantemente en su vida diaria, así es que a temprana edad aprendí que el conocimiento de esta Ciencia sana, protege, y nos suple de todo lo bueno. De modo que desde la infancia el apoyarse en Dios y tener una completa fe en El eran algo espontáneo y natural. Mi madre usaba la Christian Science con una confianza absoluta basada en la clara comprensión de que esta Ciencia encierra la solución de todo problema humano. Por medio de ella, demostraba la abundancia de la provisión de Dios, desacreditaba los achaques de la vejez, curaba la enfermedad, y se sobreponía a las dificultades más increíbles.

En una ocasión nos mudamos a una ciudad distante, para que mi hermano pudiera completar sus estudios. Llegamos a ella sin conocer a nadie, con muy poco dinero y pocas posesiones materiales. Confiando enteramente en la Christian Science, al mes de nuestra llegada mi madre tenía un hogar, una casa llena de muebles y una renta. Durante este tiempo no se hicieron planes materiales frenéticos ni búsquedas, pero sí se hizo trabajo incesante en la Christian Science.

Años más tarde, cuando ya había cumplido con las responsabilidades que implica criar una familia, mi madre decidió tomar un curso especializado en un ramo que le había interesado desde mucho tiempo. Al hacer esto, hizo caso omiso por completo de su edad, obedeciendo la admonición de nuestra Guía, quien nos dice (Ciencia y Salud, pág. 246): “Modelemos pues nuestros conceptos de la existencia sobre la base de la belleza, lozanía y continuidad, en lugar de la vejez y decrepitud.” El estudio parecía ser sumamente difícil, y sus jovenes compañeros fueron al principio poco amistosos. Con completa y continua confianza en que Dios la guiaría paso a paso, ella terminó su curso con honores y con un sinnúmero de amigos estudiantes. Trabajando de nuevo en la Christian Science fué guiada a comprar un negocio que demandaba justamente de la clase de especialización que ella acababa de recibir. Luego siguieron muchos años de felicidad y trabajo fructífero.

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