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Pablo y las iglesias

Del número de julio de 1977 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La Biblia nos habla de un hombre que fue conocido primero como Saulo de Tarso. Era un hombre religioso que quería hacer lo que era correcto. Pero no sabía qué era lo correcto. No comprendía a los seguidores de Jesús, y les causaba problemas.

Un día Saulo iba camino a una ciudad llamada Damasco donde iba a hacer prisioneros a algunos de los seguidores de Jesús y atarlos y llevarlos para castigarlos. Él creía que esto era correcto. La Biblia dice en Hechos: “Repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo”. Luego una voz dijo: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues”. Hechos 9:3, 5;

Saulo vio a Jesús bajo una nueva luz. La luz que Saulo vio era el Cristo, la Verdad, la cual Jesús había venido a mostrar a la humanidad. Jesús ha sido llamado Cristo Jesús porque mostró la Verdad muy claramente en su vida. Jesús sanó a la gente porque vio que el mal no era parte de ellos.

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